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ACOSO ESCOLAR

Lamentablemente sigo recibiendo mensajes de jóvenes y niños que reciben acoso escolar y me piden asesoramiento.

El enfoque que se le da actualmente a los casos de acoso, es normalmente el mismo = el de hablar/castigar a los acosadores (suele ser una solución temporal, ya que al cabo de un tiempo vuelven a acosar).

Bajo mi punto de vista, para evitar/erradicar este tipo de situaciones, lo que tendríamos que hacer es educar/enseñar en casa a nuestros hijos.

A fecha de hoy algunos de los mensajes que reciben los pequeños de sus padres, suelen ser:

❌Si ves algo malo en clase, no lo digas al profe, que serás un chivato.

❌No te metas en discusiones si no te afecta a ti.

❌ Pega si te pegan, debes hacerte respetar.

Los padres somos el ejemplo a seguir de nuestros hijos, por lo que aplicarán todo lo que le digamos. Que tal si lo anterior lo cambiamos por :

✔️ Si ves un comportamiento malo, coméntaselo al profesor.

✔️Preguntarles a nuestros hijos si en clase hay algún compañero que lo dejan de lado y si es así, que vaya a hablar con él y se haga su amigo.

✔️Que si ven a alguien que insulta a otro de la clase, que le reproche su actitud al compañero que lo haga.

Se que pensaréis que solo son niños, que todos de pequeños hemos recibido insultos en algún momento dado y le restaréis importancia al asunto. Pero siento deciros, que es más grave de lo que parece, hay niños que se han suicidado por recibir acoso del resto de compañeros.

Hay un caso real que os quiero exponer, que muestra claramente la influencia que tiene los comentarios de los padres en sus hijos y las consecuencias dramáticas que pueden derivar de un acoso.

Un niño llamado Jamel, con tan solo 9 años de edad, le dijo a su madre que era gay. Ella lo apoyó y él se sintió orgulloso de ello, por lo que al día siguiente decidió contárselo a sus compañeros de escuela.

La sinceridad de Jamel fue correspondida por sus compañeros con un acoso brutal, en el que éstos le animaban a que se suicidará. Desgraciadamente eso es lo que pasó, este niño de tan solo 9 años no supo gestionar el rechazo y se quitó la vida.

La reflexión que me gustaría que hicierais del caso de Jamel es la siguiente. ¿Creéis que los compañeros de Jamel, lo rechazaron por voluntad propia? A los 9 años ¿Puedes tener prejuicios? ¿O consideráis, que los niños lo atacaron después de escuchar en sus casas de sus padres, que ser «gay» no era «normal» y que personas así «no deberían existir»?

Los niños no saben lo que es correcto ni incorrecto, somos los adultos los que les enseñamos lo que está bien o lo que está mal. Es nuestra responsabilidad que casos como el de Jamel, no vuelvan a suceder y eso se consigue teniendo en cuenta, la información que reciben nuestros hijos (por nuestra parte y de su entorno, amistades, televisión…) y el ejemplo que les damos con nuestra actitud.

Actualmente tenemos que, desde casa, en la mayoría de casos, se les inculca a los más pequeños, que aquello que se sale de la «normalidad», es malo y lo debemos rechazar. ¿Y quien determina qué es esa normalidad? Los padres, los profesores, etc.

En el caso de bullying el ser humano, igual que el resto de animales, cuando hay una situación de peligro huye. Los padres, por proteger a sus hijos también les envían ese mensaje «si hay una pelea, no te metas». Esto hace que desde pequeños tengamos el concepto que lo que les sucede a los demás, es su problema, no el nuestro. Por lo que tanto en el acoso de niños, como el de adultos, los que observan, no hacen nada.

Todo en esta vida se puede mejorar, esta situación también. A fecha de hoy el mensaje que transmitimos a nuestros hijos es: «si hay un problema = huye». Pero podríamos cambiar esta fórmula por la siguiente: «si hay un problema = afróntalo». Pensamos que huyendo de los problemas estaremos a salvo. Pero en este caso, mentalmente nos debilita, ya que tenemos la falsa creencia de que no seremos capaces de solucionarlo y por eso tenemos que huir. En cambio, si animamos y concienciamos a nuestros hijos a que actúen ante actos injustos hacia ellos o terceras personas, lograremos que se impliquen y ayuden al acosado, por lo que el acosador cesará su actitud, al carecer del apoyo del grupo. Esto además reforzará el pensamiento de nuestros hijos de que ante los problemas si los afrontas, éstos se solucionan.

En resumen:

✔️ Los más pequeños rechazan lo mismo que los padres.

✔️ Nuestros hijos siguen nuestro ejemplo.

✔️ Nosotros marcamos lo que es «normal».

✔️Un acosador sin el apoyo o pasividad del grupo, deja de acosar.

🔻Debemos recordar que los acosadores, existen porque los de alrededor/los observadores se lo permiten.

❤️ El acoso es un problema que puede afectar a cualquiera y entre TODOS lo podemos solucionar. ❤️

🔶¿Qué opináis vosotros? ¿Se os ocurre alguna solución más?

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